Inclusión y Enfoque Territorial en la Gestión del Riesgo

Los desastres no afectan a todas las personas ni territorios por igual. Factores como género, edad, discapacidad, etnicidad y nivel socioeconómico influyen directamente en los niveles de vulnerabilidad y en las capacidades de respuesta.

Por ello, toda política de reducción del riesgo de desastres (RRD) debe integrar un enfoque territorial e interseccional, que reconozca las desigualdades estructurales y las dinámicas de poder que atraviesan los distintos contextos.

Es fundamental incorporar estas dimensiones en la planificación, implementación y evaluación de medidas de prevención y respuesta, prestando especial atención a los asentamientos informales y zonas de alta exposición, donde se concentran los grupos más vulnerables.